jueves, septiembre 21, 2006

THE VELVET UNDERGROUND. “The Velvet Underground & Nico“ (1967, Verve)


Este disco pasó casi desapercibido en su época, llegando al máximo del 171 en las listas: Un disco adelantado a su tiempo.

Hoy en día, sin embargo, es reconocido como uno de los discos más influyentes de la historia del rock.

Fue grabado en pocos días, en “la factoría” de Andy Warhol, “padrino” del grupo y productor del disco (excepto de la joya pop “Sunday Morning”), y autor de la famosa portada por la que este disco es mundialmente conocido.

Pese a ser grabado en pocos días, tardó casi un año en publicarse, ya que, a pesar de llevar la firma de Andy Warhol, ninguna discográfica veía la manera de comercializarlo, a pesar del espectáculo en directo de la Velvet Underground por aquella época, que se había hecho bastante famoso (el EPI, Exploding Plastic Inevitable, un espectáculo de luces, bailarinas, imagen y sonido ideado también en la factoría de Andy Warhol por Paul Morryssey.

En lo musical, Andy Warhol daba absoluta libertad creativa y de sonido al grupo, pero “recomendó” (diríamos mejor impuso) a la por entonces modelo estrella de la Factoría, la cantante alemana “Nico” (de nombre real Christie Paffgen), que a mí personalmente me encanta, pero que, curiosamente, no era del total agrado de la banda (tal vez por su imposición).

El disco se compone de letras muy crudas, elaboradas por Lou Reed, acerca del mundillo marginal de Nueva York, con temáticas que giran alrededor de las drogas y el sexo.

En cuanto a la música, es bastante variada, con canciones de pop muy melódico, como “Sunday Morning”, “Femme Fatal”, “I´ll be your Mirror”, o “Venus in Furs” y canciones más garajeras, como “There She Goes Again” o “Waiting for the man”, y experimentos de sonido que van de lo ruidoso y chirriante, como “All Tomorrow Parties” o “Heroine”, al caos de ruido de la “European Son”, donde se les va un poco la mano.

En general el disco a mí me parece una obra maestra, adictivo, lleno de canciones buenísimas y con un sonido casi hipnótico, uno de mis discos favoritos, y me parece imprescindible, para disfrutarlo, pero también para entender muchas de las cosas que vinieron luego, ya que buena parte del rock alternativo de los últimos años reconoce su influencia.

Además, hay una reedición muy bien cuidada, con carpeta doble y en vinilo de 180 gramos, que merece mucho la pena.

El disco se publicó en enero de 1967 en el sello de Jazz “Verve”, que fue el único que, finalmente, se atrevió a hacerlo.

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