lunes, febrero 19, 2007

DION & THE BELMONTS. ”The Wanderer. The Best of 58-63” (1989, Laurie)

A finales de los cincuenta, En el Bronx neoyorkino nace un nuevo sonido, el Doo-Wop.
Los italoamericanos lo crean a partir del Rock-a-billy y con unas grandes dosis de melodía que proviene de las canciones napolitanas de sus orígenes.
1958 es el año en que las formaciones vocales formadas exclusivamente por blancos (white groups) fueron apareciendo masivamente en el panorama musical americano después de obtener por vez primera uno de ellas un TOP 20 en las listas pop con un tema propio.

Dicho grupo no fue otro sino Dion & The Belmonts con la canción" I Wonder Why" entre mayo y septiembre de 1958.

Esto ocasionó que los grupos armónicos blancos llamaran la atención de las compañías discográficas y tuvieran su oportunidad a partir de ese año.

Dion & The Belmonts rompieron todos los moldes conocidos hasta ese momento dentro del estilo con su ritmo rock & roll/pop, con un toque de jazz, sabiendo aprovechar al máximo las voces de acompañamiento.

La excelente voz de Dion Dimucci, el rey indiscutible de este género musical, y sus letras callejeras proceden de las calles del Bronx, en las que convivían géneros como el Rock and Roll, el R&B y los grupos vocales, que se reunían a cantar en los llamados "Street Corners".

Dion reclutó a otros rockers vecinos suyos y formaron Dion & The Belmonts, con canciones tradicionales y composiciones propias de Dion y de otros genios como Pomus/Shuman o el gran Ernie Maresca, compositores claves en la historia del Rock and Roll.

Dion conocía a The Belmonts de toda la vida, vecinos de barrio, aunque no pertenecían a su mismo círculo.

De hecho, Fred Milano y Carlo Mastrangelo pertenecían a los Imperial Hoods, una banda rival (Dion pertenecía a los Fordham Daggers).

Angelo Dáleo era el único que había recibido clases de canto.

The Belmonts habían tomado su nombre de la Avenida Belmont donde solían cantar rhythm´n´blues, inspirado en los grupos vocales negros, así como Rock and Roll.

Dion solía pararse a escucharlos, y en ocasiones se unía a ellos, hasta que, por fin, en 1957 Dion graba con The Belmonts, para el recién creado sello Laurie, el mencionado single “I Wonder Why”, un tema considerado como una de las grandes joyas del “doo-wop”.
No vuelven a alcanzar un éxito notable hasta 1959, año en que sacan al mercado la magnífica “A Teenager in Love”, una preciosidad vocal llena de ritmo y armonía, con la que alcanzan el puesto 5 en las listas.

Esta recopilación recoge las grabaciones de la primera época del grupo, para Laurie Records, así como algunos de los clásicos de Dion en solitario. Aquí están las famosas I Wonder Why, o los grandes clásicos A Teenager In Love, Runaround Sue o The Wanderer.

En general abundan las baladas y los tiempos lentos pero también hay canciones más movidas, uptempos, como las citadas Runaround Sue, The Wanderer o Lovers Who Wander.
Un clásico que no se puede dejar escapar.

martes, febrero 13, 2007

THE CURE.”Standing on a Beach. The Singles” (1986, Elektra)


Hoy, otro de los grupos más grandes para mi gusto, con un gran recopilatorio que resume su primera época, recogiendo los singles publicados hasta 1986.

The Cure es uno de los mejores grupos surgidos en la Inglaterra de finales de los años 70, con una estética peculiar y un sonido que, en sus inicios, estaba entre la new wave y el post-punk británico, aunque fue tendiendo cada vez más hacia el movimiento “Gótico”, composiciones pop, de tono oscuro y atmósfera un tanto enfermiza.

Robert Smith el alma mater del grupo, formó el grupo Easy Cure en 1976, cuando se unió con el bajista Michael Dempsey, el guitarrista Porl Thompson y el batería Lol Tolhurst. La banda comenzó a actuar en locales y a componer sus primeros temas. Tras el abandono de Thompson, el terceto restante, que recortó su nombre a The Cure, llamó la atención de Chris Parry, quien trabajaba en Polydor Records, que les firma su primer contrato discográfico para grabar el sencillo “Killing An Arab”.

Posteriormente, y ya para la grabación de su segundo LP, se les unió el fantástico bajista Simon Gallup, responsable en buena parte del sonido del grupo.

Este recopilatorio, titulado en su reedición en CD “Staring at the Sea”, marcará el paso de grupo de culto a grupo “mainstream”, la primera llegada del grupo al gran público, catapultándolos a los primeros puestos en las listas de ventas y entrando por primera vez en el Top 50 en los USA, cerrando una primera etapa, la que más me gusta del grupo.
En la segunda etapa conseguirían todavía más éxito, pero ya hablaremos de ello en otra ocasión.

En "Standing on a Beach" se recogen los singles de los primeros años de la banda, desde el primero, "Killing an Arab" publicado en 1979 hasta “Close to Me”, de 1986.

El disco es bueno para repasar los inicios de la banda, más cercanos al pop nuevaolero que a los sonidos más oscuros por los que les conoce la mayoría del público, aunque de todo hay, y en el podemos encontrar magníficas canciones como "Boys Don't Cry", “Play for Today”, “A forest”, "Close to Me", “The Lovecats”, “In Between Days”, etc.

Un disco ideal para introducir a aquellos que no tengan ningún disco de esta primera época del grupo, para mi gusto, la más recomendable, aunque a mí, de The Cure, prácticamente me gustan todos los discos que han grabado.

jueves, febrero 01, 2007

THE HOUSEMARTINS. ”Now That´s What I Called Quite Good” (1988, Go!)

Hay grupos que alargan su carrera años y años, aunque ya no tengan nada nuevo que decir, y otros que aparecen de repente, y desaparecen rápidamente por donde han venido, dejando unas cuantas canciones imprescindibles.

Ese último es el caso de The Housemartins.

Aparecieron a finales de los años 80 con un fantástico single:” Happy Hour”, que se incluía en el disco debut London 0, Hull 4, y buena parte de la crítica se deshizo en elogios hacia la nueva banda, saludándola como un soplo de aire fresco. Una gran canción, con una cara B en la que se incluía un instrumental, genial y divertido, "The Mighty Ship".
The Housemartins eran Paul Heaton (voz, guitarra), Norman Cook (bajo), Stan Cullimore (guitarra) y Hugh Whitaker (batería, más tarde reemplazado por Dave Hemmingway).

Con una instrumentación clásica del pop de guitarras, sencilla, sin demasiados alardes en arreglos y producción, voces estupendas (como se puede comprobar en los temas a capella Caravan of love o He ain't heavy), guitarras y voz que recordaban lejanamente a los Smiths, pero más accesibles, con melodías pegadizas, brillantes y muy divertidas, que contrastaban con unas letras ácidas y sarcásticas, muy comprometidas políticamente, consiguieron hacerse un hueco en el panorama musical, dominado entonces como ahora (y prácticamente siempre) en su inmensa mayoría por "artistas" prefabricados por las discográficas.

Pero ante joyas poperas del nivel de Happy hour, Think for a minute o We´re not Deep, entre otras, el público supo reconocer la valía del grupo, y disfrutaron de unas ventas más que aceptables.

El segundo disco se publicó al año siguiente, bajo el título The people who grinned themselves to death con los mismos ingredientes, destacando Me and the farmer y Five get over excited, las canciones más lentas Build y The light is always green, además de la preciosa obra de arte Bow Down. (Para mi gusto, su mejor canción y una de mis favoritas de siempre).

Y aquí termina la historia, las discusiones internas y cierta frustración por el estancamiento de las ventas y la notoriedad, lejos de la esperada, terminaron por convencer al grupo de que ya no había nada nuevo que aportar, así que se van "con la música a otra parte".

Ellos dicen que se habían comprometido a estar juntos sólo ese tiempo. El caso es que ya sólo publicaron este recopilatorio , con la inclusión de algunos temas aparecidos en singles, como el número 1 “Caravan of Love”, caras B y temas inéditos, y los Housemartins fueron historia.

El cantante Paul Heaton formó The Beautiful South (un grupo que a mí no me gusta tanto, ni de lejos) y el bajista Norman Cook, es ahora famoso con el alias de Fatboy Slim.

A nosotros siempre nos quedará el recuerdo de unas canciones excelentes y divertidas, y la duda de si habrían podido superarse de haber continuado más tiempo.

Las canciones, además, han envejecido muy bien y merece la pena recuperar y disfrutar los discos cada poco tiempo. Es muy saludable.