jueves, octubre 19, 2006

THE BYRDS. “Mr. Tambourine Man”. (1965, Columbia)


El fabuloso primer LP del que es, para mi gusto, uno de los mejores grupos de la historia.

Un grupo tremendamente creativo, siempre buscando nuevos sonidos. Cosa que, a lo largo de su carrera, les convertiría en pioneros de muchos estilos musicales, ayudando a crear el Folk Rock, el Country Rock, la psicodelia, ...

En este disco, mezclaban el pop británico de estilo beat y el folk, los Beatles o los Searchers con Bob Dylan o Pete Seeger, pero con un sonido propio y original, totalmente novedoso en su época, que les convirtió en uno de los grupos más influyentes de todos los tiempos, siendo una influencia, reconocida por grandes como Bob Dylan (A quien los Byrds admiraban especialmente, y los que mejor han cantado sus canciones) o los Beatles en Rubber Soul.

Como en la mayoría de los grupos de la época, en el disco hay muchas versiones, pero pasadas por su característico estilo, que las hacía propias: el inconfundible sonido de la Rickenbacker 360 de 12 cuerdas de McGuinn (Guitarra a la que Tom Petty dedicó la canción “American Girl”) y las maravillosas y características voces y armonías del grupo.

Especialmente la versión de "Mr. Tambourine Man" (que llegó al número 1) sorprendería y encantaría al propio Dylan, que vio las posibilidades que se le abrían a su sonido y terminó adoptando la electricidad, con el famoso escándalo que le siguió, al no ser entendido por sus seguidores más folks, que le acusaron de comercial y de traidor.

Además de otras versiones de Bob Dylan (“All i Really Want to do”, Chimes of freedom”) , hay también de Pete Seeger (“The Bells of Ryhmney”) o de Jackie DeShannon (“Don´t Doubt Yourself”).

Las canciones propias de los Byrds en este disco, buenísimas canciones como "I'll feel a whole lot better"o "Here without you", que ya ha aparecido por aquí en el apartado de joyas sesenteras se deben en su mayor parte a Gene Clark, un compositor con muchísimo talento para las melodías.

El disco es una maravilla de principio a fin, para mi gusto, uno de los mejores discos de los Byrds (y, por tanto, uno de los mejores discos de todos los tiempos), lleno de grandes melodías, grandes voces, coros, armonías, y ese sonido de guitarra que lo envuelve todo de una forma tan inconfundible. Una obra maestra.
Hay, además, una reedición cuidadísima en CD, de "Legacy", con muchos extras y una presentación muy buena.

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