sábado, agosto 26, 2006

THE SONICS “Here Are The Sonics” (1965, Norton)

Impresionante clásico la entrada de hoy.

La primera vez que lo escuché pensé que jamás había escuchado nada parecido, escuche las 12 canciones con la boca abierta y, después, inmediatamente, le volví a dar la vuelta.
Así tres veces. Hoy, cuando lo escucho, todavía me pone los pelos de punta.
Y me pregunto como es posible que, en aquella época, hubiese alguien capaz de hacer esta música: Un auténtico desmadre que fundía las canciones y estilo de los grupos que estaban sonando en los bailes universitarios (lo que se llamaba Frat-rock, de bandas como The Fabulous Waylers o The Kingsmen ) y la energía y agresividad del Rock and Roll de Little Richard o el Soul de James Brown.

Pues había alguien: The Sonics, uno de los grupos más influyentes de la historia, originario de Tacoma, Washington, que, como el equipo NBA de la zona, toma el nombre de las fábricas de aviones Boeing de los alrededores de Seattle, es considerada la típica banda de garage. Aunque muchos les consideran la primera gran banda de la historia del Punk, 20 años antes de su explosión.

“Here Are The Sonics" es su primer LP, una obra maestra de Rock and Roll y R&B lleno de distorsión. Rabioso, frenético, salvaje y cafre, sucio, áspero, agresivo.
Fuerza, energía y diversión camuflada detrás de una apariencia de lo más elegante y aseada: Trajes y cortes de pelo impecables.

El disco tiene doce canciones, ocho de ellas versiones de clásicos de la música de finales de los 50 y principios de los 60, pero no versiones convencionales, sino al peculiar estilo de la casa: Rabia, agresividad, distorsión, potencia en los instrumentos, ejecutada por los hermanos Parypa y Rob Lind al saxofón, y la tremenda y muy personal voz de Gerry Rosley, compositor asimismo de los cuatro extraordinarios temas propios del grupo que completan el disco: "The Witch", "Boss Hoss", "Psycho" y "Strychnine". Y que grita como si le fuera la vida en ello. Una forma de cantar inconfundible e impresionante.

Andy Parypa dijo en una entrevista: “si nuestros discos suenan distorsionados es porque lo están. Mi hermano Larry manipulaba los amplificadores y siempre estaban saturados. A veces desconectaba los altavoces y los agujereaba con un picahielos. Por todo esto acabamos sonando como un tren a punto de descarrilar”.

Pues eso. Exactamente así es como suenan.
Imprescindible.

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