viernes, agosto 25, 2006

MATTHEW SWEET. "In Reverse" (1999, Volcano)

Matthew Sweet, uno de los representantes más conocidos y prestigiosos del llamado “pop de guitarras”, tiene una gran facilidad para hacer grandes melodías, y muy buen gusto para arreglarlas, tocarlas y cantarlas, además de una gran voz, personal, muy melódica, pero con fuerza. Es uno de mis músicos preferidos.

Este impresionante disco, no está considerado el mejor de su carrera, pero a mí es el que más me gusta, es su LP más “sixties” (incluso la portada es un cuadro de los años 60 de Margaret Keane), y se le notan influencias del muro de sonido de Spector, los Beach Boys, los Byrds, Honeybus o los mismos Beatles.
Un disco muy variado que, sin embargo, sigue sonando muy personal, muy Matthew Sweet.
Sin abandonar su habitual sonido guitarrero, introduce más cosas, con influencias del pop barroco y psicodélico de la segunda mitad de los sesenta, demostrando muy buen gusto y una gran cultura musical.

Destacaría “Millennium Blues”, «I Should Never Have Let You Known” “If time permits”, “Beware my love”, “Faith in You”, o la preciosa balada “Hide”, como ejemplos de las grandes canciones que contiene esta obra maestra, de un músico que puede presumir de contar en su currículo con dos discos de oro sin hacer ni un solo disco malo, y dentro de un estilo no demasiado popular entre el “gran público”.

Este disco demuestra su facilidad para hacer canciones melódicas, emocionantes, pegadizas, con buenos estribillos, ejemplos de porqué está considerado uno de los reyes del pop “de guitarras”.

Pero, con tener una gran colección de canciones, en este disco destacan, además los arreglos (cuerdas, metales, guitarras, órgano,...). Es un disco muy bien producido. Una producción muy elaborada, bastante espectacular. Un sonido muy potente.

Sólo hay una razón que hace que me explique porqué este genio no es un artista de masas, además del pánico que le produce el “éxito masivo”, y es la falta de promoción.
Por mi parte, lo descubrí en una tienda de discos, a donde había ido a comprar otro. Estaba sonando al entrar, me llamó muchísimo la atención, y pregunté quien era, me lo dijeron y, sobre la marcha, me lo llevé, olvidando el que había ido a buscar. No me he arrepentido y, la verdad, ni siquiera recuerdo lo que había ido a comprar.

No se lo pierdan.

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