jueves, noviembre 23, 2006

THE BEATLES: “Abbey Road”. (1969, Capitol Records)

Me he dado cuenta de que prácticamente no he puesto nada sobre los Beatles. Y lo cierto es que es un grupo muy especial (también para mí) fue el grupo que me despertó la afición por la música Pop y Rock. (Soy así de original). Y sigue siendo uno de mis grupos favoritos, de los que más sigo escuchando.

Así que en la entrada de hoy nos ocupamos de ello y creo que a lo grande, con el disco que para mí es, con otros tres o cuatro discos, no más, lo mejor que se haya grabado jamás en toda la historia de la música pop.

Esto, por supuesto, va por gustos y hasta por momentos, pero lo de Abbey Road a mí no se me pasa, este disco nunca deja de sorprenderme, de emocionarme, de engancharme, y cuanto más lo escucho, más me gusta.

No está considerado el mejor disco de los Beatles, no es el mejor producido, ni el mejor grabado, ni el más arriesgado, ni fue grabado en las mejores circunstancias, los Beatles tienen, seguramente, mejores canciones que las que aquí aparecen, pero es, para mí gusto, en conjunto, sencillamente lo mejor que he escuchado.

Abbey Road fue el último disco de los Beatles, se puede decir que era una despedida. Hay que tener en cuenta que aunque” Let it be” salió al mercado en 1970, se había grabado anteriormente, y fue retrasado debido a motivos comerciales y artísticos.

En 1969 Los Beatles prácticamente ya no eran un grupo, la separación era inminente y cada uno de ellos hacía la “guerra” por su cuenta y, por eso, en este disco reina la anarquía y la improvisación (John Lennon se presentó a las sesiones de grabación prácticamente sin ninguna canción) y el ambiente estaba bastante enrarecido (John y Paul ya eran pareja compositiva prácticamente sólo en la firma, y en esa época apenas se hablaban y no se podían ni ver) y, sin embargo, el resultado no es, ni mucho menos, un caos, es un disco que tiene un sonido muy coherente, compacto, en el que participan activamente los cuatro.

Destaca mucho la aportación de George Harrison, con canciones como (nada menos) “Something”, una canción de amor sensacional, de la que Frank Sinatra dijo que era la mejor canción de amor de los últimos 50 años... o “Here Comes The Sun”, una canción optimista y brillante compuesta por George en el jardín de su amigo Eric Clapton.

Ringo Starr también pone su parte con “Octopus's Garden”, una simpática canción, con un toque Naif, en la línea de “Yellow Submarine”. Además, el disco incluye su único sólo de batería en toda su carrera como beatle en “The End”.

El final del disco, desde “You Never Give me Your Money” hasta “Her Majesty” es una verdadera obra maestra, es una suite de sobras unidas de forma extraordinaria por Paul McCartney, al parecer improvisando casi sobre la marcha, y que a mí nunca dejan de sorprenderme, por más que las escucho. Me gusta especialmente, además de “You never Give me Your Money”, “Golden Slumbers” y “Carry That Weight”.

El disco, además, cuenta con una de las portadas más famosas de la historia de la música, que muestra a los Beatles cruzando el paso de cebra situado cerca de sus estudios, en Abbey Road. La Fotografía fue realizada por Ian McMillan.

Desde los tiempos del Sgt. Pepper's, corría el rumor (con el que los Beatles jugaban) de que Paul había muerto.

Esta especulación iba a tener un nuevo capítulo con esta portada: Se decía que los cuatro beatles forman un cortejo fúnebre en el que John, de blanco, es el predicador; Ringo, de negro, el empresario de pompas fúnebres; George, con ropa vaquera, sería el enterrador, y Paul, por supuesto, el muerto.

Paul tiene los ojos cerrados, sostiene un cigarrillo con la mano derecha siendo zurdo, lo que probaría que el de la foto es un impostor; lleva el paso cambiado con respecto al resto de sus compañeros y, va descalzo, lo que significaría que está muerto.

El Volkswagen blanco (modelo escarabajo, que es lo que significa beetle en inglés) de la izquierda de la portada, fue vendido en una subasta de Sothebys en 1986 por 2.300 libras.

Se cuenta que, antes de la sesión fotográfica, la policía trató de quitar el Volkswagen de la acera, pero no pudo localizar a su dueño.

Esta obra maestra se publicó el 26 de septiembre de 1969 y a finales de ese año ya había vendido cuatro millones de copias.

No hay comentarios: